Los desastres Naturales y Consecuencias





Desastres Naturales y Consecuencias 


Los desastres han estado asociados a la historia de la humanidad, la naturaleza no ha cesado de recordar al hombre su poder destructivo. El conocido impacto y consecuencias negativas de los diferentes tipos de desastres naturales han determinado progresivamente la necesidad de la mitigación y de la preparación de toda la sociedad, a los efectos de actuar antes, durante y después en el ámbito local, en el país o en el cumplimiento de misiones internacionalistas.



 La aparición de estos fenómenos naturales se pierde en la noche de los tiempos y ningún progreso previsible de la ciencia será capaz de protegernos eficazmente de ellos en el futuro. Se trata, por consiguiente, de adoptar medidas que limiten, ya que es imposible suprimirlos. El presente trabajo constituyó un estudio de revisión donde se exponen las consecuencias de algunos desastres naturales en la sociedad, así como el papel que le corresponde a la misma en la prevención y enfrentamiento ante estos fenómenos.



Sin embargo, no todo puede prevenirse: se han dado eventos absolutamente inesperados que sorprendieron a la población y a los científicos del mundo. Por otro lado, algunas veces a pesar de las alertas que la naturaleza da, hacerles caso significaría resignar actividades que dejan negocio a las personas o a los Estados, por lo que se hacen caso omiso y luego las consecuencias son terribles.
Heladas: Temperaturas bajísimas, que pueden provocar enfermedades a las personas así como afectar animales o vegetaciones.


Sequías: Por precipitaciones insuficientes, se genera una deficiencia en la humedad de la atmósfera. En principio afecta a la vegetación y a los animales, pero si prosigue puede repercutir en las personas.



Inundaciones: Debido a fuertes precipitaciones o a caudales extraordinarios en embalses o ríos, el agua invade las zonas de tierra. Cuanto mayor sea la pendiente, más problemas traerá al lugar donde desemboque, causando daños muy importantes.



Tormentas: Fenómenos derivados de la actividad eléctrica en la atmósfera, en general acompañada de fuertes lluvias. En zonas boscosas puede realizar una descarga muy fuerte que derribe árboles o afecte a las personas.
Tornados: Fuertes masas de vientos que se desplazan formando hondas giratorias llevándose todo lo que encuentran. Se conocen las partes del mundo en las que aparecen con mayor fuerza, y pueden anticiparse.
Desastres geológicos: En su parte interior o en su parte superficial, la tierra genera irregularidades que pueden producir catástrofes naturales. Dentro de esta categoría aparecen:



Sismos, terremotos y tsunamis: Movimientos en la corteza terrestre que acumulan una energía, solo posible de ser liberada en forma de ondas que se transmiten a la tierra generando vibraciones y movimientos. Si llega a una parte terrestre será un terremoto (medido por la escala de Richter) y si cae en una parte de mar, será un maremoto (si es de gran magnitud y acompañado de olas, un tsunami).
Erupciones volcánicas: Movimiento en el interior de un volcán que expulsa de magma, cenizas y gases para arriba, llegando deslizándose por la ladera e incinerándolo todo.



Aludes o aluviones: Masas de nieve (en el primer caso) y de hielo o lodo (en el segundo) que se deslizan hacia abajo por la ladera de una montaña.
Desastres biológicos: Por alguna razón relacionada con algún animal, bacteria o vegetal, se produce un problema grave (de salud o de abastecimiento) para las personas de una sociedad. Puede ocurrir de dos modos



Plagas: Ciertos animales producen problemas en las cosechas, echando a perder grandes cantidades de vegetales y produciendo una crisis alimentaria en las personas.
Epidemias: Una enfermedad extremadamente peligrosa y contagiosa se propaga por una sociedad, pudiendo llegar a distintos lugares afectando a porciones importantísimas del mundo (como es el caso de la peste negra, que en el siglo XIV mató a un tercio de la población europea).



Algunos afirman la existencia de un cuarto grupo: los desastres tecnológicos. Allí se ubican los incendios, las explosiones, los derrames de sustancias químicas en ríos o lagos y la contaminación ambiental, que la naturaleza responde a alteraciones químicas que el hombre realiza sobre ella. Como la definición de desastres naturales se hace por la negativa (‘sin la intervención humana’) y en estos casos la causa es totalmente humana, resulta más pertinente calificarlos como tecnológicos.


Un huracán (o ciclón tropical) es un fenómeno climático natural, compuesto de fuertes vientos de orientación ciclónica (gira en cirulos) que circulan en zonas de baja presión.  Estos fenómenos se producen generalmente en zonas tropicales, donde las condiciones climáticas favorecen su producción.
Se originan en las alturas del cielo, rotando hasta alcanzar la superficie terrestre, y suele estar acompañado de fuertes lluvias y tormentas. Hay diferentes tipos de tornados y ciclones, que varían de denominación según la velocidad del viento con que se desplacen.



Para denominarse un huracán como tal, la velocidad de los vientos debe superar los 100 Km por hora. Se inician como un ciclón que amplía su radio conforme avanza y este radio o centro suele ser conocido con el nombre: ojo del huracán. Este fenómeno puede llegar a durar muchos días en la región en que se origina y es causal de los desastres naturales, pues el daño que producen en las poblaciones es devastador.
Según la potencia, expansión y velocidad de los vientos, los huracanes pueden clasificarse.



Depresión tropical: Es la primera fase o la menor y más inofensiva en el recorrido total que puede llegar a tener un huracán, según las cualidades meteorológicas lo permitan. Comienza con un viento fuerte circular a nivel del mar, de entre 30 y 60 km/hora, acompañado de unas sistemáticas nubes tronadas.
Generalmente se presentan lluvias. Se produce en momentos de muy baja presión y los vientos antes mencionados circulan al centro de la agrupación de tormentas fuertes. La depresión puede concluir sin originarse un huracán.


Tormenta tropical: Con similares características climáticas, la tormenta tropical presenta intensos vientos de forma sostenida, acompañado de truenos y posiblemente intensas lluvias en donde la velocidad del viento es aún mayor que en la depresión tropical, aproximadamente de entre 60 y 115 km/hora.
En esta etapa, la circulación de los vientos es más intensa y definida, girando alrededor del núcleo caliente producto de las condiciones climáticas tropicales, manteniéndose aun sobre el nivel del mar. 



Es la fase anterior al denominado huracán.
Huracán: Ésta es la faceta más elaborada en la vida del huracán (en la cual puede denominárselo como tal) cuando alcanza vientos circulares de más de 115 Km/hora, e incluso más intensos. Las características climáticas son similares a las anteriormente descritas, pero intensificadas al máximo.



En el huracán es cuando aparece el conocido “ojo del huracán” en el cual la consistencia del mismo es bien definida, y en su centro se abre un vacío que da lugar al origen del “ojo”, que es producto del aire caliente y la baja presión. Continúa la baja presión y se mantienen las tormentas.
Tifón: El tifón básicamente tiene las mismas características que el huracán mismo, pero esta denominación es más bien correspondiente a los huracanes que se producen en el área del Pacífico, siendo los anteriores más bien conocidos en el Atlántico.



Generalmente se dan en las costas asiáticas y algunas orientales, y pueden darse en zonas marítimas, como las costas o mares abiertos, pudiendo estos desplazarse hasta tocar tierra, aunque es frecuente que antes de llegar se desarmen.

Escala 1: Vientos de entre 118 y 153 KM/hora
Escala 2: Vientos de entre 154 y 177 KM/hora
Escala 3: Vientos de entre 178 y 209 KM/hora
Escala 4: Vientos de entre 210 y 249 KM/hora
Escala 5: Vientos de más de 249 KM/hora.



Desde un punto de vista científico, se conoce como tormenta a grandes perturbaciones meteorológicas que tienen efectos físicos en la superficie de la tierra. Fuertes lluvias, nevadas, inestabilidad en el ambiente acompañado de rayos y truenos suelen ser los indicios más comunes de que estamos frente a este fenómeno. El proceso de formación de la tormenta se inicia con movimientos significativos de aire en sentido vertical.
Eléctricas



Tienen su origen a partir de la formación de nubes llamadas cumulus. Los rayos, que de ella se desprenden, descargan electricidad de forma fugaz, pero de alto voltaje. El trueno, en tanto, es el sonido que se manifiesta de esa descarga. Para determinar la distancia en metros se debe multiplicar por 300 los segundos que producidos entre el rayo y la captación sonora del trueno.



Las unicelulares duran alrededor de una hora, dentro de la cual hay un momento de mayor precipitación que luego va mermando. Las multicelulares, en tanto, son conglomerados de las anteriormente nombradas. En estos distintos focos, o células se desprenden las tormentas eléctricas. Mientras, las supercelulares son las que generan las tormentas eléctricas más fuertes de todas, gracias al tipo particular de circulación del viento.
Tornados



Entre la nube cumulus nimbus y la Tierra media una gran rotación de aire con poca extensión horizontal. Alcanza hasta los 10 km. de altura y se producen solamente entre los 20° y 50° de latitud de la línea del ecuador. A simple vista es una nube gris de polvo que tiene forma de embudo y que destruye intensamente todo a su paso, dependiendo de la velocidad de sus vientos. Está acompañado por lluvias, granizo, y tormentas eléctricas.



La temperatura determina la distribución de las especies, actúa sobre sus ciclos de vida y afecta las actividades de supervivencia, reproducción y desarrollo de todos los seres vivos. Por ende, si ella cambia todo lo anterior se verá afectado. Es así que ya estamos viendo los cambios “del cambio”. Ya pueden evidenciarse los efectos del cambio climático sobre los seres vivos.



 Más allá de la creciente evidencia del aumento de la frecuencia de huracanes, ciclones, en diversas partes del mundo puede observarse cómo los cambios en los factores del clima, sobre todo la temperatura, están afectando la biología y fisiología de diversas especies, su distribución y modos de reproducción. Negar el cambio climático, más allá de ser un grave error de aquellos “humanos que se creen superiores”, es una cuestión de ignorancia de la realidad ecológica de la Tierra.



Sismos, terremotos y tsunamis: Movimientos en la corteza terrestre que acumulan una energía, solo posible de ser liberada en forma de ondas que se transmiten a la tierra generando vibraciones y movimientos. Si llega a una parte terrestre será un terremoto (medido por la escala de Richter) y si cae en una parte de mar, será un maremoto (si es de gran magnitud y acompañado de olas, un tsunami).
Erupciones volcánicas: Movimiento en el interior de un volcán que expulsa de magma, cenizas y gases para arriba, llegando deslizándose por la ladera e incinerándolo todo.



Aludes o aluviones: Masas de nieve (en el primer caso) y de hielo o lodo (en el segundo) que se deslizan hacia abajo por la ladera de una montaña.
Desastres biológicos: Por alguna razón relacionada con algún animal, bacteria o vegetal, se produce un problema grave (de salud o de abastecimiento) para las personas de una sociedad. Puede ocurrir de dos modos



En la actualidad estamos nuevamente atravesando un cambio climático el cual consiste primordialmente en un aumento de la temperatura en todo el mundo (calentamiento global). Sin embargo, además de que la tasa y la magnitud del cambio climático actual son extraordinarias, se trata de una mezcla de cambios naturales y antropogénicos, siendo estos últimos los de mayor peso. Esto se debe a las actividades humanas, fundamentalmente la quema de combustibles fósiles y de la vegetación natural para abrir tierras agrícolas y ganaderas, y la emisión de sustancias contaminantes a la atmósfera.





El clima influye sobre la distribución de especies y los procesos de colonización. El detalle de esto varía de especie a especie pero en general se debe a tres factores principales:
 Inviernos más fríos: afectan la supervivencia.
Veranos con mayores temperaturas (más calientes): afectan la reproducción.
 Influencias indirectas de plagas, enfermedades y de la competencia interespecífica 


El aumento de la temperatura del planeta está afectando sobre todo la reproducción de las especies. El calentamiento global ha logrado juntar a especies que se separaron hace millones de años y les ha permitido reproducirse dando lugar a la aparición de híbridos, es decir, descendientes producto del cruzamiento (por reproducción sexual) de dos especies distintas. ¿Y esto? Recordemos que una especie consiste un conjunto de organismos o poblaciones naturales capaces de reproducirse y dejar descendencia fértil, pero no pueden hacerlo (o al menos no lo hacen habitualmente) con los miembros de poblaciones de otras especies.



 En general, el suceso de formación de nuevas especies, llamado especiación, se debe a procesos bastante conocidos y estudiados. En muchos casos, los individuos que se separan de la población original y quedan aislados del resto pueden alcanzar una diferenciación suficiente como para convertirse en una nueva especie; por lo tanto, el aislamiento reproductivo respecto de otras poblaciones es crucial.



 Como consecuencia de los cambios evolutivos, se puede llegar a la diferenciación de especies cuando distintas poblaciones de una especie quedan aisladas geográficamente o aparece un mecanismo de aislamiento reproductivo. En la gran mayoría de los casos, los híbridos generados entre especies diferentes nacen estériles.



Lo preocupante es que hay evidencias que indican que un número creciente de especies de plantas y animales más o menos separadas genéticamente ahora se reproducen (hibridan). ¿Cuáles son las causas? Los cambios en el comportamiento reproductivo, desplazamiento de especies, entre otras. 


El calentamiento global, por ejemplo, ha provocado que algunas de las especies hayan retrasado su ciclo reproductivo hasta coincidir con el de otra, a la vez que la otra especie ha comenzado a colonizar un espacio geográfico que antes le era ajeno. Más de 1.700 especies de animales en todo



 el mundo han cambiado sus rangos de hábitat, buscando temperaturas más frías y siguiendo a plantas y otros animales de los que dependen que también han cambiado. Por otra parte, las capas de hielo y otras barreras físicas que alguna vez mantuvieron separadas las especies están desapareciendo.


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