viernes, 18 de mayo de 2018

Historia del Mundo y las Ciudades desde el Aire




 Historia del Mundo y las Ciudades desde el Aire




Cartago era en el 300 a.C. una de las ciudades más grandes del mundo. Llegó a tener hasta 700.000 habitantes. La república cartaginesa controlaba grandes cantidades de riqueza y de tierras alrededor del Mediterráneo.
Sin embargo, poco más de un siglo más tarde, en 146 a.C., fue quemada por los romanos. Pasó de ser una potencia importante a quedar literalmente borrada del mapa.


Así las cosas, tras la aniquilación de Cartago, fue el turno de que Roma. Se convirtió en la ciudad más grande del mundo durante más de 500 años. Aunque caería allá por el 476 d.C. Constantinopla tomó entonces el testigo.
Las ciudades más grandes del mundo han ido cambiando a lo largo de la historia por los más variados motivos. El siguiente mapa animado, realizado por KPMG Demographics, rastrea las ciudades más grandes del mundo desde 4.000 aC hasta hoy.


El mapa pone de manifiesto el poder de la industrialización, que permitió a las ciudades crecer a pasos agigantados. La tecnología fue sin duda una disrupción demográfica.
Hasta el siglo XIX, una ciudad de más de un millón de habitantes era algo raro. Este tipo de poblaciones se volvería un estándar tras la industrialización, toda vez que salubridad y transporte dejaron de ser factores limitantes del crecimiento de las ciudades.


De Menfis a Alejandría
La preeminencia de Roma
El turno de Constantinopla
Las ciudades chinas
Londres, capital del mundo
Nueva York, la ciudad por excelencia
Tokio es hoy la ciudad más grande del planeta
La siguiente será Delhi
De Menfis a Alejandría
Una de las grandes ciudades de la Antigüedad fue Menfis, allá por el 2.250 a.C. Con un emplazamiento estratégico, entre el Alto y Bajo Egipto, los faraones invirtieron los impuestos de todo el país para la construcción de una gigantesca ciudad que llegó a reunir 35.000 personas.


Reconstrucción de la antigua Menfis
Fundada alrededor del 3050 a. C. por el primer faraón de Egipto, Menes, las ruinas de la ciudad se encuentran 19 km al sur de El Cairo, en la ribera occidental del Nilo. Menfis sirvió como lugar de enterramiento de algunos de los faraones más importantes de esta civilización, quienes construyeron las pirámides y la Gran Esfinge.
Otra de las ciudades más pobladas de la antigüedad fue Babilonia, la imponente capital de Imperio de Hammurabi. La ciudad alcanzó una población de 60.000 habitantes. Nínive, en la actual Irak, fue la primera ciudad de mundo en superar por primera vez la barrera de los 100.000 habitantes. Lo hizo en el 700 a.C.
Fundada por Alejandro Magno en el 331 a.C, Alejandría se convirtió rápidamente en la ciudad más grande del mundo. Allí se construyeron algunos de los edificios más maravillosos del mundo antiguo, como el Faro de Alejandría y la Gran Biblioteca.


La preeminencia de Roma
Roma creció de forma continuada desde su fundación en el siglo VIII a.C. y lo hizo hasta controlar la península itálica, la cuenca del Mediterráneo y la Galia. Instituido de facto el Imperio, que alcanzará su máxima expansión en el siglo II, bajo el mandato del emperador Trajano, Roma se confirmó como caput mundi, es decir, la capital del mundo, expresión que se le había atribuido ya en el periodo republicano.
Una maqueta de la Roma imperial
Una maqueta de la Roma imperial. Wikipedia.
La población de Roma alcanzó su cenit en el año 100, cuando se estima que 400.000 habitantes vivían en la urbe. Grandiosa era también la capacidad de sus edificios públicos, como el Coliseo con sus 80.000 localidades.



El turno de Constantinopla
Constantinopla se convirtió en la capital del Imperio Romano en el año 324. Sin embargo, hasta la caída de Roma no logró ser la ciudad más grande de su período. Llegó a tener 450.000 habitantes en el siglo V.
Reconstrucción de Constantinopla
Reconstrucción de Constantinopla
Con el tiempo, su población fue reduciéndose, rozando los 100.000 habitantes en el 700 d.C., para luego remontar y convertirse en una de las ciudades más grandes de Occidente hasta el siglo XVIII.


Las ciudades chinas
Chang’an, en el norte de China, fue la capital de diez dinastías, convirtiéndose en la ciudad más grande del mundo bajo el control del al dinastía Sui. Aproximadamente en el año 700, logró alcanzar el millón de habitantes.
Reconstrucción digital de Chang'an
Reconstrucción digital de Chang’an Fuente.
Kaifeng, en el gran canal de China, fue la capital de la dinastía Song. La ciudad alcanzó por primera vez una población de un millón de habitantes.  Pero la dinastía Song trasladó su capital a Hangzhou, convirtiéndola en la ciudad más grande e imponente del mundo.


Tras la caída de la dinastía Song y Hangzhou, no hubo una ciudad que lograra imponerse en 200 años, hasta que Nanjing floreció bajo el control de la dinastía Ming. La ciudad estableció importantes rutas comerciales con todo el mundo, contando con una flota de barcos formidable. Sin embargo, las motivaciones políticas impulsaron al emperador a trasladar la capital a Beijing, deteniendo en seco el crecimiento de Nanjing.
La ciudad prohibida de Pekín. 
La ciudad prohibida de Pekín.
Pekín se convirtió en la capital de la dinastía Ming en 1420, y así lo ha sido para China desde entonces. Los Ming construyeron la famosa Ciudad Prohibida y el Templo del Cielo.A pesar de los motines, invasiones y plagas, Pekín continuó siendo la ciudad más grande del mundo durante varios siglos, alcanzando una población de 1.100.000 habitantes en el año 1.800.


Londres, capital del mundo
Londres fue la ciudad más grande del mundo entre 1831 y 1925, coincidiendo con el apogeo del Imperio británico. Con la industrialización la población de Londres creció rápidamente en los siglos XIX y XX, tanto que durante gran parte del siglo XIX y principios del siglo XX fue la ciudad más poblada del mundo.
Regent Street (Londres) en el siglo XIX
Regent Street (Londres) en el siglo XIX
Hasta que Nueva York la superó en 1925. El número de habitantes de la capital alcanzó un pico de 8.615.245 habitantes en 1939, inmediatamente antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial.


Pero grandes cantidades de personas juntas se conviertieron enseguida en una fuente de problemas. Por un lado, el hacinamiento de los habitantes de la ciudad provocó el estallido de varias epidemias de cólera. Por otro, el creciente número de tráfico rodado pronto congestionó la circulación por la ciudad, lo que llevó a la creación de la primera red ferroviaria local. Las reformas del trazado urbano, el ferrocarril y el tratamiento de aguas residuales, permitieron crecer a la urbe.
Nueva York, la ciudad por excelencia
Tras la Primera Guerra Mundial, Nueva York emergió como la ciudad financiera más importante del mundo, lo que le permitió alcanzar una población de 7’8 millones de habitantes.
East River y el puente de Brooklyn, New York, hacia comienzos del siglo XX


Nueva York emergió con Wall Street liderando el ascenso de Estados Unidos como la potencia económica dominante. Posteriormente, el cuartel general de las Naciones Unidas (construido en 1952) enfatizaría la influencia política de la ciudad. Hoy cuena con algo más de 8 millones y más de 20 en su área metropolitana.
En la primera mitad del siglo XX, la ciudad se volvió un centro mundial para la industria, el comercio y las comunicaciones, acentuado a finales de siglo con la nueva economía digital. El skyline de Nueva York cambió totalmente en los años 1930, tras la primera guerra mundial, con la construcción de algunos de los rascacielos más altos del mundo, con la construcción del edificio Chrysler de 319 metros en 1930 y el Empire State Building de 381 metros en 1931.



Tokio es hoy la ciudad más grande del planeta
En 1965, Tokio se convierte en la ciudad más grande del planeta. Tras la Segunda Guerra Mundial, la capital japoneas fue reconstruida para convertirse en la ciudad más grande de la historia.
Vista nocturna de Tokio. Wikipedia
Su economía, basada en la tecnología y la investigación, le ha permitido seguir creciendo de forma sostenida. Incluso tras la desaceleración de 1989, Tokio continúa siendo la ciudad más poblada del mundo.


 Sólo la ciudad tiene más de 13 millones de habitantes pero es que su área metropolitana cuenta con 38, más que en ninguna otra. El área metropolitana del gran Tokio, que significa “ciudad del este” incluye la región de Yokohama.
La siguiente será Delhi
Según se predice en el mapa, en el año 2050 Delhi será la ciudad más poblada del mundo. Algo que no parece extrañar a la vista de las predicciones demográficas para India. Según Naciones Unidas, la población de India representará el 19% de la población global en 2050, mientras que China contará con un 18%.


Los orígenes de la ciudad
Una de las preocupaciones de las Ciencias Sociales consiste en entender el origen de las ciudades, como un proceso histórico muy complejo.  Anteriormente, una de las maneras de resolverlo era identificando los primeros motores; es decir, aquellos procesos causales que dieron paso a la formación del espacio urbano.  Hoy nos tenemos que conformar con pensar que existe una lista de procesos claves que se retroalimentan, para proveer las condiciones para que aparezca sobre la faz de la tierra la conjunción más compleja de procesos sociales que toma la forma de un espacio construido como la ciudad. En esta introducción a los orígenes, nos guiamos por unas preguntas  esenciales.  
¿Porqué surgen las ciudades?
Es dificil saberlo, pero los estudiosos en el campo de la Historia y la Arqueología concuerdan en que el nacimiento de las ciudades está asociado a una compleja red de procesos sociales, económicos y culturales que se retroalimentan, para formar asentamientos poblacionales de alta concentración poblacional, alta densidad de viviendas y estructuras, desarrollo de edificios en torno a un núcleo, gran tamaño, y arquitectura monumental (templos, tumbas, palacios, plazas).  



La ciudad tiene una población, que aunque de origen étnico diverso, tienen un sentido de pertenencia (son, ciudadanos).  En términos políticos y administrativos, la ciudad se rige por las leyes, decretos y visiones de unas clases que ostentan el poder, y que en los orígenes emanaba de un mandato divino.  
¿Dónde surgen las primeras ciudades?


Las ciudades surgen en el Medio Oriente, en toda una región conocida como el Creciente Fértil. Esta era una región muy rica en plantas silvestres de frutos altos en proteinas, de ríos caudalosos, y áreas con una gran biomasa animal.  Al pie de los montes Zagros, de los Tauros, en Anatolia (Turquía), en lo que hoy es Irán e Irac, en lo que se conoció como Mesopotamia, en todos estos lugares se dieron los primeros experimentos urbanos.  Es decir, de comunidades (muchas de ellas con cercas o palizadas, o pequeños muros bordeándolas) agrícolas y pastoriles que fueron creciendo, a medida que fueron capaces de sostener a poblaciones más numerosas.  


¿Qué había antes de la ciudad?
Comunidades pequeñas dedicadas a la siguientes actvidades:
recolección de alimentos: nueces, legumbres, frutas, y granos silvestres de plantas gramíneas como el trigo, el centeno, la cebada, entre otros.
Cacería de animales (cabras, ovejas, cerdos, y reses salvajes).
Pesca en los ríos.
La extraordinaria abundancia de estos alimentos hizo posible el desarrollo de pequeñas comunidades semi-sedentarias y sedentarias dedicadas a esa actividad, la cual una vez fue dominada dio paso al desarrollo de la agricultura.
¿Qué evento significativo permitió que se dieran los primeros pasos hacia la formación de las ciudades?
Hay muchas teorías sobre este particular, pero la comunidad científica todavía se aferra a lo que el arqueólogo Gordon Childe llamó “La Revolución del Neolítico” (o la nueva edad de piedra). Childe usó este término para describir lo que se conoce como La Revolución Agrícola. (Entre el 10,000 y 12,000 AC).  



Al terminarse lo que los prehistoriadores llaman el Paleolítico (la antigua edad de piedra), muchas de esas comunidades fueron descubriendo y aprendiendo la domesticación de plantas y animales: en vez de recolectar los frutos, seleccionaban las semillas, las sembraban y cosechaban sus frutos, y en vez de cazar animales, los capturaban, los domesticaban (seleccionando los más dóciles), reteniéndolos, pastoreándolos y alimentándolos. Usaban y consumían sus productos: carne, estiércol (como combustible), leche, cueros y lana.  Luego los usaron como animales de tiro, para la labranza y demás actividades agrícolas, así como para la transportación.  
La revolución del neolítico trajo consigo una serie de innovaciones tecnológicas que todavía impactan nuestra vida cotidiana: el uso de ciertos animales domésticos en nuestra dieta (cabras, ovejas y ganado vacuno (la domesticación del Bos primigenius en Bos domésticus), el pan (producto de un proceso complejo de preparación de masa, uso de levadura, y hornear), la cerveza (o sea, las cosas fundamentales de la vida, si es que vemos a esta bebida como un jugo de cereales fermentado), la cerámica, el uso de metales y los silos (lugares para almacenar los granos), la azada, el arado, la rueda, el uso de la irrigación para manejar los abastos de agua e irrigar los campos de cultivo, entre otros.  



¿Cuáles fueron los primeros experimentos en vida urbana?
Por toda la región del Oriente Medio hay ejemplos arqueológicos de las primeras aldeas agrícolas que fueron los prototipos de lo que serían las primeras ciudades.
Reconstrucción tridimensional del interior de un santuario en Zatal Juyuk
Para visitar un museo virtual sobre Zatal Juyuk, oprima aquí
Zatal Juyuc en Anatolia (Turquía) es uno de esos ejemplos en los que una comunidad, racialmente heterogenea, dedicada a la agricultura y manufactura de artesanías, con una religión definida (en torno a la adoración de los bueyes en santuarios), especialistas religiosos y un alto nivel aglomeración y densidad (las casas pegadas una de las otras) se formó de manera compacta, a modo de una experimentación de formas de vivir en ciudad, alrededor del año 6,250 AC.  
Plano de una sección de Zatal Juyuk
Todavía se realizan investigaciones en esta aldea, pero se ha estimado que en determinado momento tuvo cerca de 1,000 viviendas y unas 6,000 personas.
Reconstrucción artística de Zatal Jukuc


En el Creciente Fértil aparecen durante ese mismo período aldeas agrícolas permanentes, con un trazado de forma rectangular, casas construidas todas de manera uniforme, y patios amurallados.  Los sitios arqueológicos de Tell es Sawan, Umm Dabaghiyah, Yarim Tepe y Ali Kosh son ejemplos de ello.  
¿Cuáles son los pre-requisitos de la ciudad?
Para que observemos en el tiempo la formación de una ciudad, tenemos que detectar toda una series de factores y procesos. A continuación presento una lista de esos “pre-requisitos” que deben de aplicar a la mayoría de las primeras ciudades en la historia de la humanidad:
Crecimiento poblacional.
Aumento de la producción agrícola para sostener a esa población.
Aparición de unas clases dominantes que controlan el aparato político.
La burocracia (cadena de mando que opera de manera racional los sistemas).
Pago de tributos (en trabajo o especie) a las clases dominantes.
Especialistas en religión, política, agricultura, artesanías y otras actividades, que vivían en la ciudad.
Desarrollo de la escritura, y las ciencias como la matemática (sistemas de numeración y contaduría) y la astronomía para los censos de producción, la construcción de edificios, y calendarizar las actividades agrícolas.
El trabajo forzado por medio de la esclavitud o los tributos.
La producción de excedentes; es decir, la capacidad de producir mucho más de lo necesario para la subsistencia de los individuos.
Los militares para proteger a las clases dominantes y asegurar el pago de tributos.
Comercio a distancia con otras ciudades y asentamientos.
El Estado: el poder político centralizado en la manos de unas clases dirigentes.


¿Cuáles son los signos arquitectónicos de las primeras ciudades?
La arquitectura edilicia (pública) monumental: templos, piramides, tumbas, plazas, centros ceremoniales, mercados.
En Mesopotamia, la muralla bordeando la ciudad.
La planificación en el trazado urbano.
La separación de áreas de vivienda, de trabajo, de adoración religiosa y de funciones políticas.
¿Cómo eran esas primeras ciudades?
La ciudad de Uruk, también en Sumeria, era ya en el año 3,200 AC un importante centro urbano. Para muchos estudiosos, fue la primera ciudad en la humanidad.  
Su crecimiento urbano fue el producto de la conurbación de dos asentamientos que se fusionaron para crear la ciudad. En el año 2,800 AC Uruk era una “megaciudad” de la antiguedad, cubriendo un área de 550 acres (o aproximadamente 500 cuerdas) y unos 50,000 habitantes. Sus características más importantes lo eran las murallas y los zigurats (templos y centros de adoración montados sobre plataformas o torres altas).  Originalmente el poder político estuvo en manos de los sacerdotes o especialistas religiosos.
Otra de las primeras ciudades lo fue Ur (posiblemente heredamos de los sumerios el fonema “ur” para designar lo que tiene que ver con la ciudad), que en la Biblia aparece como Ur de los caldeos.
Localizada en el “tell” (quiere decir montículo) al Muqayyar, entre Bagdag y el Eufrates, en Irac, es una de las primeras ciudades en la historia de la humanidad. Los primeros asentamientos se fundaron en el año 4,000 AC (la cultura ubaid) y para el año 3,000 AC ya era una próspera ciudad-estado de Sumeria.  Fue regida por varias dinastías reales que construyeron gigantescos zigurats y templos, como el que vemos a continuación.


Las primeras ciudades
El modelo urbano aparece durante la revolución neolítica. Una vez que las poblaciones se han asentado y han descubierto la agricultura, el excedente de producción permite desarrollar profesiones que no están directamente relacionadas con la obtención de alimentos, como la artesanía, el comercio o la administración.
Las pirámides de Giza [Egipto]
Las primeras civilizaciones urbanas surgen hacia el 3000 a. C. en diversos lugares de África y Asia: en los valles del Tigris y el Éufrates (Ur, Uruk), en el valle del Nilo (Menfis, Giza, Tebas, Abidos), en la llanura del valle del río Hoang-ho (Huixia, Anyang, Gaocheng), y en el valle del Indo (Harapa, Mohenjo-Daro). En general, son todas ciudades todavía muy vinculadas a la agricultura, practicada en los territorios cercanos, con poblaciones reducidas (en torno a los 20.000 habitantes) y planta irregular, salvo las ciudades indias.


Micenas
Grecia
Las ciudades estado de la Grecia clásica, herederas de la cultura de la micénica, suelen seguir un plan más ordenado, sobre todo cuando eran de nueva fundación. Una gran expansión colonial por todo el Mediterráneo que sucedió desde el siglo XIX al VIII a. C. les permitió levantar un sinfín de ciudades desde cero, con lo que pudieron seguir un plan urbano previsto de antemano.    
Plano del antiguo puerto de Mileto
Confluencia de estos impulsos, aparece el primer gran urbanista del que tengamos noticia, Hipodamo de Mileto (c. 510 a.C.-?) un arquitecto griego que estableció normas revolucionarias para la construcción de las ciudades, como su ordenación a partir de una red ortogonal, una cuadrícula casi perfectas.

 
 
La acrópolis de atenas
En términos generales, en las ciudades griegas se distinguían dos grandes conjuntos. Por un lado, la ciudad de los dioses (la acrópolis), que agrupaba todos los edificios religiosos y se ubicaba en la parte más alta de la ciudad; y por otro el ágora, donde estaban los principales edificios públicos, como el mercado. Todavía hoy en Atenas, por ejemplo, podemos apreciar esta antigua división.
Maqueta de la antigua Roma
Roma
Pero la primera gran urbe de la historia surgió lejos del Peloponeso, llegó a extender sus dominios por casi todo el mundo conocido y su solo nombre evoca la magnificencia de un imperio: Roma. La gran cantidad de tributos que llegaban desde oriente y occidente, así como una fuerza de trabajo esclava muy numerosa, permitieron un espectacular desarrollo urbano en una ciudad que alcanzó hasta el millón de habitantes. Una magnitud titánica para la época.


El acueducto romano de Segovia
Además, gracias a un gran talento para la ingeniería, sentaron las bases arquitectónicas de un sinfín de edificios y estructuras de carácter público que caracterizaron el urbanismo occidental durante siglos y que resultan del todo sorprendentes por su extrema ingeniosidad, como el alcantarillado, los acueductos, fuentes, puentes, termas, pavimentos, mercados, palacios, basílicas, teatros, anfiteatros, circos, etcétera.
Teatro de Mérida
Otra característica que todavía hoy puede advertirse en las ciudades de acuñación romana es su disposición siguiendo una retícula ortogonal, en la que se encuentran dos grandes vías que cruzan la ciudad de parte a parte: el cardo con dirección norte-sur, y el decumanus, con dirección este-oeste. Esto se advierte sobre todo con gran claridad en las que nacieron a partir de campamentos militares.
La hermosa ciudad de Toledo
La Edad Media
Tras la caída del imperio romano, hacia el siglo V, la ciudad experimentó un gran retroceso en occidente. Las continuas guerras y la fuerte inestabilidad configuraron ciudades muy pequeñas, de apenas unos 15.000 habitantes, de marcado carácter agrícola y sin apenas edificios públicos. Se abandonan los trazados regulares y se optan por plantas circulares, mucho más fáciles de defender, en cuyo centro se encuentran la plaza principal y los escasos órganos de gobierno.


Estambul, la puerta de Oriente
El Islam
En el mundo islámico, sin embargo, las ciudades siguieron manteniendo un gran impulso. Son paisajes urbanos que aún se perciben con claridad en la actualidad: plantas irregulares de calles estrechas que se entrecruzan para formar verdaderos laberintos, una vida pública concentrada en torno a las mezquitas y los mercados, que constituyen casi una ciudad dentro de la ciudad, barrios agrupados por profesiones, grandes palacios en las partes más altas... Damasco, Bagdad, El Cairo, Marraquech, su solo nombre evoca la leyenda y la fascinación de oriente.
El Machu Pichu, en Perú
América
Tanto en América central como en América del sur, se desarrollaron civilizaciones urbanas que alcanzaron un nivel muy sofisticado de complejidad. En mesoamérica destacan las culturas maya y azteca, cuyas ciudades estado fueron muy similares, en cuanto a organización geopolítica a las ciudades griegas; y en el sur brilla con luz propia el enigmático imperio de los Incas, que perduró unos lustros más tras la llegada de los europeos en la misteriosa ciudad de Machu Pichu (Perú).


Florencia
El Renacimiento
En Europa, concluidos los siglos más turbulentos de la Edad Media, hacia el siglo XIV, la ciudad vuelve a resurgir y va adquiriendo cada vez más importancia hasta que hacia el siglo XIII se afianza ya definitivamente como modelo económico y social. El arte gótico desplaza los pesados sillares del románico, los ayuntamientos van adquiriendo cada vez más fuerza y por doquier surgen grandes catedrales, signo y símbolo de la creciente importancia de una nueva clase social: la burguesía.
Palacio de Versalles [Francia]
La Edad Moderna
La ciudad moderna es resultado de las poderosas fuerzas centrípetas que desembocarán en la formación de los grandes Estados europeos y las monarquías absolutistas de los siglos XVI y XVII. Las principales calles de la ciudad se ensanchan, aparecen las arboledas, los paseos, las grandes plazas y se intenta ordenar el crecimiento urbano a partir de plantas regulares. Los edificios públicos y administrativos cobran gran importancia y empiezan a ser el punto de referencia de la ciudadanía. La ciudad refleja la grandeza del Estado y la monarquía, por lo que todo gasto para embellecerla está bien empleado. Modelo ejemplar, Versalles.



La curiosa ciudad de Palmanova [Italia]
Además, en Italia, cuna del renacimiento, se proponen diseños de ciudades ideales basadas en las premisas de Vitrubio que, aunque solo se seguirán en contadas ocasiones, como en Palmanova, darán origen a una nueva disciplina, el urbanismo.
Antoine Blanchard (1910 - 1988) 
Along the Boulevard, Paris
Edad Contemporánea
Con la revolución francesa y la revolución industrial, el mundo cambia de signo y la fisonomía de la ciudad vuelve cambiar acorde a los nuevos tiempos. Adquiere rasgos industriales y experimenta un gran crecimiento. El prototipo de ciudad es París, y la reforma de Haussmann, que propone una ciudad ordenada y cómoda (alcantarillas, iluminación, calles anchas y arboladas, etcétera).


Londres
La ciudad se divide en barrios claramente diferenciados. En los peores lugares se hacina el proletariado, que vive en unas condiciones miserables, mientras que las zonas más ventajosas se reservan para la burguesía y la actividad comercial. El ejemplo más evidente lo encontramos en Londres, donde un inframundo de desesperados convive con la opulencia de la City.
New York
Siglo XX
A medida que va transcurriendo el siglo XX, las ciudades experimentan un desarrollo cada vez más vertiginoso. Se produce una impresionante explosión demográfica y los avances tecnológicos se suceden cada vez con mayor rapidez, configurando un paisaje urbano de una complejidad irreversible.
 

Tokio
Siglo XXI
Hoy día, los grandes centros han crecido hasta el punto de haber absorbido los pueblos y ciudades colindantes. Existen megalópolis titánicas, de gran dinamismo, en las que la superficie urbana se extiende por kilómetros y kilómetros. Monstruos como las conurbaciones de Tokio y Yokohama, Liverpool y Manchester, Washington y Boston, o la región del Ruhr nos llevan a preguntarnos cómo serán las ciudades del futuro, ¿existe algún límite a semejante crecimiento?



EL ORIGEN
Resumen: existe una relación básica entre la presión demográfica y la cristalización de los primeros núcleos urbanos, el incremento de población se explica por causas universales. Estos procesos se producen y reproducen de manera independiente en el tiempo y en el espacio, adquiriendo un valor general. Las ciudades mesopotámicas son las primeras que aparecen en el tránsito del IV al III Milenio (3200-29000 a.C.).
 El fenómeno urbano, la ciudad, es el apoyo fundamental para la transformación global de la sociedad, la ciudad está unida así al nacimiento de la sociedad clasista, al estado, a las relaciones de dominio, a la escritura, a la historia... Cada tipo de sociedad implica una ciudad característica, que está imbricada inextricablemente con su estructura social propia.
 En cada sociedad destaca un elemento de la estructura social: el económico, el político o el ideológico, dando lugar a un tipo de ciudad característico y a unos elementos urbanos dominantes. La ciudad capitalista es un centro de acumulación de capital, un instrumento colectivo de reproducción social, el modo de usar el espacio más favorable para la reproducción económica y un centro de distribución e intercambio de mercancías.


Bases teóricas.
1. Los fenómenos urbanos no constituyen una estructura inteligible por sí misma, no es un campo cerrado que pueda ser explicado mediante una teoría general de la ciudad de naturaleza científica. El fenómeno urbano es tan complejo, abierto e interdisciplinar que imposibilita una historia científica. No es posible un urbanismo científico de la misma manera que no existe la ciudad perfecta.
2. Los fenómenos urbanos no son independientes de la evolución histórica, de la propia idea de civilización, del estado, etc.
3. Al ser un producto histórico se excluyen las teorías teológicas.
4. El fenómeno urbano trasciende las grandes épocas históricas, avanza a través de todas ellas, por lo que nos encontramos con una fenomenología urbana muy diversa.
5. Una teoría general que quiera establecer una idea esencial sobre los fenómenos urbanos ha de ser de naturaleza filosófica, fundamentada en investigaciones interdisciplinares: geográficas, históricas, sociológicas, urbanísticas, arquitectónicas...
6. La esencia de la ciudad no es algo inmutable a modo de cuadro general, sino que está determinada por los mismos principios de la dialéctica que rigen el devenir histórico de la humanidad y de la sociedad. Por ello es imposible una teoría general que no sea una teoría evolutiva, de su origen y desarrollo.
7. Esta dialéctica interna del desarrollo urbano tampoco puede ser entendida con independencia de la dialéctica externa, de su relación con el ambiente exterior. La ciudad se relaciona, no se origina por autorreproducción, surge en un contexto: comarca, región, país...
8. Como teoría general de la ciudad podemos proponer la tesis del vórtice (torbellino) que concibe el núcleo urbano como un vórtice que en un lugar del espacio antropológico se constituye a partir de corrientes humanas que confluyen en ese lugar y alcanzan un punto crítico en su desarrollo haciéndose densas, según determinaciones morfológicas que hay que determinar.


9. Este vórtice se forma a raíz de una concentración de elementos (fuerzas productivas) en un espacio concreto. Geográficamente se identifica con puntos llamados de ruptura de carga: espacios litorales, valles fluviales, zonas estratégicas o de especial cantidad de recursos.
10. Los elementos que se concentran se desplazan en forma de corrientes cuyas confluencias o difluencias posibilitan que se forme el nivel crítico necesario para la creación de ese espacio urbano. La razón fundamental que motiva esas corrientes es la presión demográfica que lleva a la búsqueda constante y sistemática de nuevas fuentes de recursos en un constante ensayo de formas de producción ampliada. Cuando la ampliación cuantitativa ya no es posible (ampliación del territorio), se buscan formas de producción más rentables (de la caza se pasa a la agricultura y la ganadería), lo que implica una presión selectiva del espacio en cuanto provisor de alimentos (espacios que se cultivan y que no), hay una selección natural de terminada por la existencia de espacios con especiales recursos. Y aparecen nuevas formas de organización socio-espacial (el grupo humano se organiza de forma distinta). Se producen excedentes y se sedentarizan con la permanencia en un espacio apareciendo el poblado.
11. Si existe una relación básica entre la presión demográfica y la cristalización de un primer núcleo urbano y si el incremento de población se explica por causas universales, se comprende que estos procesos se produzcan y reproduzcan de manera independiente en el tiempo y en el espacio, adquiriendo un valor general.


Modelo morfológico de explicación del origen y desarrollo de la ciudad.
En un territorio heterogéneo habitado por tres tribus cazadoras recolectoras cada tribu caza y recolecta en su ámbito estable durante milenios. Pero la presión demográfica causada por el crecimiento del grupo lleva a buscar alternativas de supervivencia, en un principio la emigración y el aumento cualitativo del espacio permite mantener el modelo, pero cuando la presencia de la tribu vecina no permite la ampliación lleva a la guerra con las otras tribus o a la ampliación cualitativa, apareciendo los cultivos y la ganadería, desplazándose los flujos de población a las zonas mejores (cerca de un río por ejemplo), creándose una zona de ocupación más densa.


En ese momento se produce un cambio en el modelo de relaciones sociales, pasándose de un modelo de relaciones circulares donde los individuos de cada tribu se relacionan exclusivamente con individuos de su tribu (endogámico), a un modelo de relaciones transversales, con relaciones de vecindad con las otras tribus por necesidad de completar las economías de los distintos grupos. Así se inicia una cierta especialización del trabajo (comerciante, sacerdote, príncipe, burocracia, ejército), se complica la estructura social con lazos de dependencia entre esos grupos.


El paso siguiente es que algunas de esas aldeas conectadas empiezan a destacar con mayor población, actividades especializadas (templo, palacio, almacenes, artesanos...). Estas empiezan a ser ciudades en estado embrionario que se diferencian de la aldea or la aparición de actividades especializadas respecto a la producción primaria. En este punto hay dos tesis diferentes: la que considera que surge una ciudad única especializada o la que considera que son necesarias varias ciudades a la vez, complementarias entre sí. Ésta última parece la más verídica desde el punto de vista histórico.
Este nuevo espacio se protege con una muralla que protege la nueva situación de riqueza y excedentes. Creándose así dos mundos enfrentados los de dentro y los de afuera.

Experiencias históricas.
Las ciudades mesopotámicas son las primeras que aparecen en el tránsito del IV al III Milenio (3200-29000 a.C.), ya que no hay testimonios con validez científica que avalen que hubo ciudades anteriores en otras zonas.
Se han planteado dos hipótesis sobre el origen histórico de las ciudades: su origen único en Sumeria y su difusión desde allí, o su surgimiento en áreas diferentes de manera independiente (ésta es la más aceptada).
También hay dos tesis sobre su función: la funcional que considera la ciudad como un mercado, como punto de convergencia mercantil y a partir de esa función se generan otras actividades y se complica o la tesis de centro político: habría surgido fruto de una relación de dominio político, administrativo y religioso con la aparición de una clase dominante cuando es capaz de controlar, gestionar y canalizar los excedentes.


Las ciudades de la Baja Mesopotamia.
Todo parece indicar que su origen fue autóctono, facilitado por las condiciones ecológicas favorables: valles fluviales fértiles, clima cálido subtropical y la aportación humana del agua. De esa manera las inundaciones fertilizan pero hay que luchar por controlarlas mediante la irrigación. Al evolucionar el clima hacia una mayor sequedad el hombre tuvo que adaptarse, iniciándose el proceso de cultivo y la ganadería.
Está claro que cualquiera que fuera la explicación las condiciones ecológicas fueron imporatantes: la agricultura se desarrolló por la práctica de la irrigación y las obras hidráulicas, lo que exigió importantes inversiones, los primero excedenyes se emplearon en estas obras de infraestructura, gran tarea pública que debió necesitar para llevarso a cabo una autoridad.


Éste proceso se produjo en tres fases:
? Desde el IX al V Milenio se desarrolla la agricultura en diferentes ámbitos (Jericó y poblados en todo el Oriente Próximo)
? Entre mediados del V a mediados del IV Milenio hay una fase de transición, un periodo preurbano.
? Del 3100 al 2900 a.C. Arranca el proceso urbanizador, formándose entre 12 y 15 ciudades en la Baja Mesopotamia (UR, Uruk, Lasch, Larsa, Eridú...). En la tradición literaria sumeria de los textos cuneiformes se explican estas ciudades como creadas por los dioses, adquiriendo el estatus de ciudades santuario.
Este conjunto de ciudades se caracterizan por formar unidades territoriales propias: nomo o ciudad-estado que abarcan la ciudad y un campo circundante. Hay una ciudad principal que destaca por sus mayores funciones, ciudades de menor rango (alguna especialización) y aldeas solo con población rural. Apareciendo el río o el canal como el eje articulador del espacio.
Podemos hablar de cultura sumeria porque todas estas ciudades aunque independientes tiene muchas cosas en común: un mismo sistema productivo, un mismo sistema ideológico, un mismo tipo de urbanismo y la escritura.



Las funciones urbanas fundamentales eran las religiosas (con el templo como elemento aglutinante), las político-administrativas (gobierno, funcionarios, ejército), el ser un punto de convergencia y redistribución de excedentes y un centro de producción agraria (la ciudad exterior).
Las partes de la ciudad destacadas eran el Temenos (recinto amurallado que incluye el templo, el zigurat y el palacio, la ciudad interior (conjunto de barrios donde vive la población con actividades especializadas sobre todo religiosas y político-administrativas y el puerto (asociado al río o canal con artesanos, comerciantes y actividades portuarias).
Podemos concluir sobre Sumer que fue toda la sociedad la que evolucionó en su conjunto y la ciudad fue una parte de ese todo. En su origen era una organización tribal que mediante un fenómeno segregacional se van a formar grandes familias patriarcales. Por un principio de vecindad esas familias se unen formando comunidades agrícolas superiores que dan origen a una supercomunidad: el nomo o ciudad-estado.


Es una estructura social que se va jerarquizando, tanto en términos sociales, geográfico como urbanísticos. No es meramente funcional, denota que está naciendo una sociedad clasista, lo sabemos por la individualización de los derechos de propiedad de la tierra (en origen común), por la aparición de una especie de nobleza tribal (solo los jefes de las familias más ricas) y por la aparición de la figura del jefe militar que evolucionará hasta convertirse en un déspota.
Sobre la base de una distribución de bienes originalmente colectiva va a surgir la división en grupos o clases. Habrá grupos que por carecer de esas riquezas van a entrar en dependencia. Para menatener este nuevo estatus de dominio surgirá el estado, o un embrión de estado: conjunto de aparatos político-administrativos con fines coactivos. Las relación tribales vecinales y un principio territorial en la disyribución de la población van a sustituirá las relaciones familiares y a la organización tribal.
El fenómeno urbano, la ciudad, es el apoyo fundamental para esta transformación, la ciudad está unida así al nacimiento de la sociedad clasista, al estado, a las relaciones de dominio, a la escritura, a la historia...


La ciudad una realidad histórica.
Cada tipo de sociedad implica una ciudad característica, que está imbricada inextricablemente con su estructura social característica. En cada sociedad destaca un elemento de la estructura social: el económico, el político o el ideológico, dando lugar a un tipo de ciudad característico y a unos elementos urbanos dominantes como podemos ver en el siguiente cuadro:
La ciudad capitalista.
En la sociedad medieval las actividades comerciales adquieren cada vez más fuerza, apoderándose ya en la ciudad gremial del espacio urbano. Cuando la burguesía pase de éstas actividades comerciales a las actividades productivas será un salto cualitativo hacia la ciudad capitalista.


Modelo espacial del capitalismo.
La actividad económica comporta una forma de relación social, ésta a su vez tiene una forma de existencia material y una dimensión espacial. De esa manera las actividades económicas básicas (producción, distribución y consumo) forman un modelo territorial específico.
Este modelo territorial se caracteriza en lo que respecta a las ciudades en un fuerte crecimiento de las áreas metropolitanas (grandes ciudades), por que han sido constantes los fenómenos de concentración continuada de población, capital y de empleo en las mismas.



 En segundo lugar lleva a la desertización del resto del territorio. Y en tercer lugar a la formación de una estructura jerarquizada del conjunto de asentamientos que da lugar en la práctica a la aparición de distintos niveles de ciudades: pequeñas, medias, metrópolis de equilibrio y grandes metrópolis. Esta concentración en el espacio de actividades está explicada por la concentración que a otra escala produce del propio capital (monopolio).
La gran ciudad es en primer lugar un gran centro industrial, un gran centro comercial y un gran centro de actividades terciarias y por último es un gran centro e decisión política. Es así la propia ley de concentración capitalista la que crea la gran ciudad.


Principios económicos que susteentan la ciudad capitalista.
1. Predominio progresivo del valor de cambio sobre el valor de uso: todos los elementos de la estructura urbana están realizados para satisfacer necesidades, pero antes de convertirse en valores de uso han de ser valores de cambio, tienen que pasar por el mercado.
2. Como especificación de este principio el suelo en la ciudad capitalista se convierte en una mercancía que se transforma, se modifica (se le dota de las infraestructuras necesarias9 mediante la aportación de capital y trabajo. Apareciendo una dimensión nueva: la especulación (alteración de los mecanismos habituales de mercado para presionar al alza los precios del suelo).

las ciudades desde el Aire

3. aparecen los agentes que intervienen en la construcción de la ciudad: propietarios del suelo, promotores, constructores, agentes inmobiliarios, usuarios...
4. El a funciona bajo el principio de la propiedad privada y la apropiación privada del beneficio.
Funciones de la ciudad capitalista: es un centro de acumulación de capital, es un instrumento colectivo de reproducción social, es un modo específico de usar el espacio (de ordenarlo y planificando las ciudades.


Las Ciudades de el Mundo desde el Aire



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