Historia de la Montaña Rusa



Historia de la Montaña Rusa 



 El origen de las montañas rusas
¿Montaña rusa? ¿De dónde vienen?
Todo empezó en los alrededores de la ciudad rusa de San Petersburgo, donde un grupo de personas tuvo la idea de juntar varios trineos para deslizarlos sobre pistas de hielos repletas de subidas, bajadas y curvas reforzadas con soportes de madera, es decir, una especie de toboganes de madera.


Para subir a la estructura se necesitaba emplear una escalera mientas que unos montículos se encargaban de frenar el vehículo. Esta nueva forma de diversión tuvo un gran éxito, hasta el punto que Catalina II la Grande (1729-1796), emperatriz de Rusia, mandó construir varias montañas rusas en sus jardines.


Los franceses, quienes llamaron a este invento “la montaña rusa”, tuvieron la idea de introducir ruedas para mejorar el deslizamiento y empezaron a usar vagones con raíles en desuso para probar esta nueva atracción.
El estadounidense Marcus Thompson diseñó la primera montaña rusa de EE.UU.,  llamada “Mauch Chunk Swithback Railway”, con 29 kilómetros de largo. Estas primeras montañas rusas eran empleada por las compañías ferroviarias para brindar diversión los fines de semana, cuando había un menor número de pasajeros. Posteriormente, su uso se fue extendió rápidamente por EEUU y por el resto del mundo.



Montaña rusa o “roller coasters”
Sin embargo, aunque nosotros conocemos a esta atracción con el nombre de montaña rusa, en la mayor parte del mundo se llama “roller coasters” y curiosamente en Rusia “amerikanskie gorki”, que significa montañas americanas.
El término roller coaster se debe a que las primeras atracciones de este tipo utilizaban plataformas que se deslizaban por tubos. Los inventores de la montaña rusa ubicada en Massachusetts “Roller Toboggan” Stephen E. Jackman and Byron B. dicen que fueron los primeros en usar la expresión “roller coaster”.


Algunas curiosidades
La montaña rusa más rápida del mundo, que alcanza velocidades de hasta 240 kilómetros por hora (casi lo mismo que un coche de Fórmula 1), se encuentra en el parque Ferrari World en Abu Dhabi, mientras que la montaña rusa más alta del mundo es la de Kingda Ka, en el parque de atracciones Six Flags de Estados Unidos, con 139 metros de altura y ocupa el segundo puesto de velocidad, con 206 kilómetros por hora.


Kingda Ka, la montaña rusa más alta del mundo.Por otro lado, en el parque Nagashima Spa Land en Japón está la montaña rusa más larga, la Steel Dragon 2000, aunque por muchas vueltas que le des, va a ser complicado que puedas superar a Richard Rodríguez, la persona que tiene el récord del mundo de mayor permanencia en una montaña rusa, unas 417 horas durante 104 días en la de Blackpool, Reino Unido. Richard sólo paraba para descansar cada ocho horas durante quince minutos.


Historia de las montañas rusas
Aunque pudiera parecer que estas atracciones son relativamente modernas, lo cierto es que las montañas rusas datan incluso del siglo dieciocho. La más antigua de la que se tiene conocimiento fue construida, como es de esperarse por el nombre dado a estas atracciones, en la ciudad de San Petersburgo, en Rusia. Sin embargo, y a manera de dato curioso, te comentamos que los rusos le llamaban, irónicamente, “montaña americana”.


Comienza la aventura
Los primeros modelos se construían sobre pilares de madera, en colinas de hielo que no sobrepasaban los veinticinco metros de altura y con una inclinación aproximada de cincuenta grados. Sin embargo, en el año 1850 se produjo un gran salto para estas atracciones, cuando una compañía minera de Pennsylvania decidió convertir su sistema de transportación de carbón en una rústica atracción para los habitantes de la ciudad. El “Gravity Road”, como pasó a llamarse, estaba compuesto por un vagón que descendía desde una montaña a altas velocidades.


Años más tarde, en 1884, la idea fue refinada por LaMarcus Adna Thompson, quien diseñó un modelo, en aquel entonces novedoso, para el Coney Island de la ciudad de Nueva York. La plataforma, de unos 180 metros de altura, arrojaba a los intrépidos visitantes a bordo de un vagón desde lo alto de una torre hasta la otra. Al año siguiente, se creó la primera montaña rusa que funcionaba a través de una correa para elevar los vagones, y posteriormente aparecería una variante con pista circular, muy similar a las que conocemos en la actualidad.


El legado
Poco a poco, las montañas rusas comenzaron a esparcirse por todo el mundo. Entre las más notables se encuentran “The Cyclone”, creada en 1925, siendo la primera en alcanzar los cien metros de altura y “The Mine Train”, que incluía un pasadizo subacuático, toda una sensación para el año 1966. Hasta la fecha, algunas de estas atracciones aún continúan operacionales, como la más antigua de Australia, creada en 1912 de nombre “Scenic Railway”, o quizás, la más antigua de todas, “Leap the Dips”, construida en 1902 y ubicada en la ciudad de Pennsylvania.


Concebidas completamente en madera, estos “dinosaurios de la diversión” representan un símbolo vivo de la primera época dorada vivida a comienzos del pasado siglo, pues La Gran Depresión, y los lamentables accidentes ocurridos pusieron en espera por largos años la evolución de las montañas rusas, hasta que en la década del setenta, la creación de “The Racer” en Ohio, avivó la llama de una popularidad que continua creciendo hasta nuestros días.


Hermanas de hierro
Con la construcción en 1959 de “Matterhorn Bobsleds” en el parque temático Disneyland, comenzaron a surgir un nuevo tipo de montañas rusas, mucho más atrevidas y que además, a diferencia de los modelos en madera, aprovechaban la maleabilidad del acero para crear impresionantes giros y cambios inesperados en la dirección de la marcha.
Esta atracción, utilizaba un sistema tubular con raíles de acero, cuyo diseño inspiró nuevas propuestas como “Corkscrew”, nacida en el año 1975 y primera de su tipo en incluir tres rotaciones, o “Racer”, de Kings Island, pionera en la implementación de vagones en reversa.
Actualmente, la evolución de las montañas rusas nos permite asistir a verdaderos espectáculos de adrenalina y emoción, como por ejemplo, la británica “The Smiler”, primera en rebasar las catorce inversiones, o tal vez, “Formula Rossa”, la montaña rusa más rápida del mundo ubicada en el parque Ferrari World, en Arabia, y que es capaz de alcanzar los 240 kilómetros por hora.


Montañas Rusas como se crearon 

La Montaña Rusa como la conocemos es un invento de Estados Unidos que nació para combatir el pecado en 1884, pero cuyo origen se remonta un pasatiempo de invierno del siglo XV, 
Según el portal "Wired", en 1400 el hombre ya sentía la necesidad de experimentar con la velocidad. Es así que se volvió popular un divertido juego similar a la Montaña Rusa: los toboganes de hielo de Rusia.
En torres de madera a una altura de 20 metros del suelo, los rusos se divertían descendiendo a bordo de trineos a lo largo de una rampa cubierta de hielo de más de 180 metros hasta la base de una segunda torre, solo para repetir la emoción. 
Fueron tan populares que la emperatriz Catalina La Grande (1729 - 1796) lo formalizó como un entretenimiento ruso. Bajo la soberana rusa, los trineos adoptaron rodillos en las costas y pistas ranuradas para hacer una versión de verano del pasatiempo.


La idea fue tomada por los franceses. Es así que en 1817, Mon Belleville llevó la versión con ruedas del trineo a París. La novedad fue llamada "Montaña Rusa" en honor a su procedencia. El agregado es que los paseos aéreos ofrecían curvas. 
Los franceses lo perfeccionaron hasta que el empresario cristiano LaMarcus Thompson pensó que la Montaña Rusa sería una solución a sus preocupaciones: un remedio para sacar a Estados Unidos del hedonismo e inmoralidad en que estaba cayendo, según cuenta el museo Smithsonian. 
Es así que el juego llega a Estados Unidos en 1984 como una forma de alejar a la población de los burdeles y sobretodo del pecado. Se siguió llamando Montaña Rusa, mientras que en Rusia la versión moderna de su pasatiempo es conocido como Tobogán Americano.


Montaña Rusa 
1600: Mucho antes de los raíles, los frenos y las ruedas metálicas, los rusos más osados se atrevían con montañas de hielo de casi 30 metros de altura. Los baches aumentaban la diversión. Igual que el vodka.
1817: Los franceses llevan la idea del tobogán de hielo a París y en un derroche de originalidad lo bautizan Les Montagnes Russes.
1873: Las vías de una mina de hulla en Pensilvania (EEUU) se transforman en una atracción. El presidente Ulysses S. Grant, Thomas Edison y muchos otros pagan 5 céntimos para que les den un viaje.


1884:  El inventor LaMarcus A.Thompson (creador de atracciones de feria), diseña la Vía ZigZag, una plataforma de madera con una pendiente de 30 m de largo en la que se alcanzaban los 10 km/h.
1927: El Ciclón reemplaza a la Vía ZigZag en el parque de atracciones de Coney Island (EEUU).Tiene una longitud de unos 800 m y alcanza los 96 km/h gracias a una caída de casi treinta metros. El Ciclón fue una de las montañas rusas que se llevó el viento de la Gran Depresión.
1959: El Matterhorn fue la primera con un recorrido a través de un tubo de acero
1977: Alvy Singer, el personaje de Woody Allen en la película Annie Hall, recuerda haber crecido bajo la Thunderbolt, también en Coney Island. Esta montaña rusa estuvo funcionando entre 1925 y 2000.


1992: Se construye el primer recorrido invertido: las vías están sobre las cabezas de los visitantes y sus piernas cuelgan en el vacío. Se trata de Batman: The Ride,  que alcanza los 10 pisos de altura.
2002: Superman, la atracción de acero (en Madrid), se convierte en la primera en Europa que no tiene suelo. Los pasajeros van montados en butacas y sobrepasan los 100 km/h en sus 1.100 metros de recorrido.


2010: En Abu Dabi, Ferrari inaugura Formula Rossa: pasa de 0 a 240 km/h en menos de cinco segundos.
2012: Durante el huracán Sandy, la Star Jet (con un recorrido de 400 metros) es arrastrada al océano Atlántico, donde permanece durante varios meses. Un hombre es arrestado por acercarse a ella en canoa y escalarla.
2013: El parque Six Flags Magic Mountain comienza a construir la Full Throttle, con el  rizo más alto del mundo. Los viajeros serán catapultados a 110 km/h y a  53 metros de altura, el equivalente a un edificio de 18 plantas. Tiene un motor magnético sincronizado para garantizar el “despegue”. Lo que no se garantiza es la ausencia de mareos.



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